Las cabras y yo tenemos algo en común; que estamos muy locas. Porque yo lo estoy aunque ahora tenga responsabilidades y tambien dolores, ahí está mi esencia, esa locura que me hace sentir viva. Todavia soy capaz de viajar hasta Plutón solo para contemplar la luna desde allí, así soy yo. Hoy no me puedo casi ni mover pero valió la pena, las locuras siempre valen la pena.
Ayer me levanté bien temprano al igual que mi pierna derecha que va a su bola quejándose sin parar pero no le hice mucho caso. El dia estaba muy feo y muy gris pero yo seguí con mi plan. Metro y tren rumbo a Ripoll, Girona. 2 horas y un poco más dando cabezadas contra el cristal de la ventana, leyendo un libro, moviendo mi pierna derecha que no paraba de quejarse, contemplando como el paisaje pasaba del gris cemento al marrón y verde oscuros de las montañas. Luego media hora en el autocar hasta mi destino; Camprodón. Prados de un verde luminoso donde caballos, ovejas y vacas pastan a sus anchas, montañas enormes que te abrazan, agua, mucha agua.
Y esto es todo por ahora. Siento las pocas fotos pero no me dio tiempo a más y además el dia no acompañaba mucho. Espero volver pronto.
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