SARITÍSIMA MONTIEL, ¡HASTA SIEMPRE VIOLETERA!

 

Serás recordada cómo lo que eres, una de las Mujeres más bellas de la Historia del Cine Mundial. Toda una Diva que ejercia cómo tal, a veces inaccesible, otras campechana y siempre muy caprichosa cómo toda Estrella que se precie. Incluso personas allegadas a tí decian que eras perversa, maligna con los hombres que se contaban a miles revoloteando a tu alrededor con los que tú, consciente de tu increible magnetismo y atractivo sexual, jugabas a tu antojo, dejando a tu paso un rastro imperturbable de corazones rotos y malheridos. Pero las Diosas también tienen corazón y son capaces de amar a un solo Hombre y ese hombre fue Pepe Tous al que le entregaste la llave que abria tu alma.

 

Nunca llevaste bien el paso del tiempo, querias permanecer bella para siempre, no perder ni un ápice de tu hermosura, y te aferraste a todo lo que te pudiera proporcionar una prolongación de tu juventud y lozania. Se hacian chistes baratos sobre tu rostro, tus innumerables operaciones de cirugia estética, se decia si te quitabas los ojos y los labios cada noche antes de acostarte... pero tú no hacias caso a tanta habladuria, tú te mirabas al espejo y te gustabas y eso era lo que te importaba en esos momentos. Incluso recuerdo que hasta no hace mucho cada vez que intervenias en un programa de televisión exigias que en las cámaras colocaran un filtro velado para que tu rostro se viera sin una arruga, eso sólo se te ocurria a tí.



Tus parejas cinematográficas quedaban inmóviles ante tu presencia, no conseguian articular palabra alguna del guión. Solo querian contemplarte sin pestañear, abrazarte y besarte con pasión para derretir tu estrella de hielo. Tu encanto natural al moverte, al entonar los primeros acordes de la "Violetera" te convirtieron eternamente en la Vendedora de Ilusiones por excelencia.